Bienvenidos a la edición cibernética de la Revista Ekuóreo, pionera de la difusión del minicuento en Colombia y Latinoamérica.
Comité de dirección: Guillermo Bustamante Zamudio, Harold Kremer, Henry Ficher.

sábado, 27 de septiembre de 2025

403. Cifras y números III



Once veces once
   Felipe Garrido (México)

   Once veces once veces once deben repetirse los pasos y las palabras, los gestos y las miradas, todo en secreto, en noche sin viento y sin luna, para que no se aparte del nahual su pensamiento siquiera. Once veces once veces once para que sea suyo, de allí hasta el último de sus días, el poder de hacerse tigre o lagarto o serpiente o gavilán.


Deidad
   Carlo Antonio Castro (El Salvador)

   Yo soy el uno. Yo soy uno. Soy uno. Me multiplico por mí mismo y me produzco: ¡UNO! De nuevo me multiplico por uno y doy lugar al viejo uno. Lo hago de antiguo: 1 x 1 = 1. Llevo eternamente la cruz de mi igualdad, antes, hoy, mañana, mente eterna, compleja simplicidad… ¡Merde! ¡Un pendejo matemático dirá que todo esto es fantasía pura, puro cuento, impropiedad del uno!


Números
   Antonio Cruz (Argentina)

   Mientras tiraba una moneda en su mano, el vagabundo me miró profundamente y dijo con voz ronca: «La vida es una sucesión de cifras; un mero postulado acerca de los números».
   Desde aquella tarde, mido mi vida en años, meses, días y semanas; doy vueltas junto al minutero, busco cifras claves para resolver cualquier enigma; evaluó la cuantía del amor y el sentimiento; sumo, resto, multiplico y divido, pero todavía no he podido encontrar el teorema que descifre el tránsito azaroso de los hombres por la vida, ese viaje del cero al infinito.
(Cuaderno de microrrelatos - 2010)


Cien
   Giorgio Manganelli (Italia)

   Un escritor escribe un libro acerca de un escritor que escribe dos libros, acerca de dos escritores, uno de los cuales escribe porque ama la verdad y otro porque le es indiferente. Acerca de ambos escritores se escriben en conjunto, veintidós libros, en los cuales se habla de veintidós escritores, algunos de los cuales mienten pero no saben mentir, otros mienten a sabiendas, otros buscan la verdad sabiendo que no podrán encontrarla, otros creen haberla encontrado, otros creían haberla encontrado, pero comienzan a dudar de ello. Los veintidós escritores producen, en conjunto, trescientos cuarenta y cuatro libros, en los cuales se habla de quinientos nueve escritores, ya que en más de un libro un escritor se casa con una escritora, y tienen entre tres y seis hijos, todos ellos escritores, menos uno que trabaja en un banco y lo matan en un atraco, y luego se descubre que estaba escribiendo en casa una bellísima novela acerca de un escritor que va al banco y lo matan en un atraco; el atracador, en realidad, es hijo del escritor protagonista de otra novela, y ha cambiado de novela por la simple razón de que le resultaba intolerable seguir viviendo junto a su padre, autor de novelas sobre la decadencia de la burguesía, y en especial de una saga familiar, en la que aparece también un joven descendiente de un novelista autor de una saga sobre la decadencia de la burguesía, el cual huye de su casa y se hace atracador, y en un atraco a un banco mata a un empleado de banca, que en realidad era un escritor, y no sólo esto, sino también un hermano suyo que se había equivocado de novela, mediante recomendaciones intentaba conseguir cambiar de novela. Los quinientos nueve escritores escriben ocho mil dos novelas, en las cuales aparecen doce mil escritores, en números redondos, los cuales escriben ochenta y seis mil volúmenes, en los cuales aparece un único escritor, un balbuciente y deprimido maniático, que escribe un único libro en torno a un escritor que escribe un libro sobre un escritor, pero decide no terminarlo, y le da una cita, y le mata, determinando una reacción por la que mueren los doce mil, los quinientos nueve, los veintidós, los dos, y el único autor inicial, que de este modo ha alcanzado el objetivo de descubrir, gracias a sus intermediarios, al único escritor necesario, cuyo final es el final de todos los escritores, incluido él mismo, el escritor autor de todos los escritores.
(Centuria. Cien breves novelas-río)

Pirañas
   Ricardo Sumalavia (Perú)

   Dos hombres lo sujetan del brazo mientras un tercero y cuarto le quitan reloj y anillos, y un quinto se enfrasca en vaciarle los bolsillos. También un sexto y un séptimo lo toman de las piernas para facilitar a un octavo y un noveno quitarle los zapatos y calcetines. El décimo y décimo primero revisan su portafolio y determinan qué es de valor o no. El décimo segundo no se queda atrás. Con una imagen entre niño y monstruo, se dedicaba a hincarle el cuerpo con una aguja, para distraer el dolor que podía sentir mientras el décimo tercero le abre la boca para que el décimo cuarto pueda, auxiliado con unas tenazas, extraer los dientes de oro. Sin embargo, un décimo quinto se lamenta de que la víctima no sea de esos hombres que llevan aretes de alto precio. De buena gana le hubiera arrancado las orejas. Sólo le resta aguardar su turno, junto a otros veinte, para completar el asalto.
(Enciclopedia mínima, 2004)


La novela más corta de todas
   Norman Mailer (USA)

   Al principio, ella creyó que podría matarlo en tres días.
   Y casi lo logró. El corazón de él casi no pudo soportar los elogios de ella.
   Luego pensó que le llevaría tres semanas. Pero él sobrevivió.
   Entonces ella revisó sus cálculos, y fijó un plazo de tres meses.
   Al cabo de tres años, él seguía con vida. Por lo tanto, se casaron.
   Hace ya treinta años que están casados. La gente habla de ellos calurosamente. Se los conoce como el mejor matrimonio de la ciudad.
   Lo único malo es que los hijos se les mueren.


Cuestión de estadísticas
   Piedad Bonnet (Colombia)

   Fueron veintidós —dice la crónica—. Diecisiete varones, tres mujeres, dos niños de miradas aleladas, sesenta y tres disparos, cuatro credos, tres maldiciones hondas, apagadas, cuarenta y cuatro pies con sus zapatos, cuarenta y cuatro manos desarmadas, un solo miedo, un odio que crepita, y un millar de silencios extendiendo sus vendas sobre el alma mutilada.