sábado, 25 de julio de 2020

267. Antonio Cruz - 1951-2020





   El Dr. Antonio Jesús Cruz fue poeta, narrador e historiador. Nació en Frías en el año 1951. De profesión médico, ejerció tanto en Santiago del Estero como en Córdoba, Río Negro y Neuquén y también incursionó en el periodismo radial. Publicó y colaboró en diarios y revistas de varias provincias del país. Ente 1998 y 2011 publicó 12 libros de poesía y cuentos, entre los que se destacan Catarsis, Ashpa Sumaj, Tío Elías y otros cuentos, Poesía Cotidiana, Escritos Diminutos y Cuadernos de Microrrelatos. En el año 2008 publicó la primera antología de microrrelatos de Santiago del Estero.
   Amigo y colaborador de e-Kuóreo, esta entrega le hace homenaje.




Vampiros II

   La condesa lo había engañado. Drácula decidió suicidarse. Pero cada vez que llegaba la noche, resucitaba.
(Cuaderno de microrrelatos II - 2011)


Sueño

   Soñó que la muerte llamaba a su puerta. Todavía aterrado y temblando, camina hacia la cocina, abre la heladera y se sirve un vaso de agua.
   En ese momento, alguien llama a su puerta.
(Noches de brujas)


Samsa IV

   Descompuesto y absolutamente deforme, Samsa concurrió al veterinario. Cuando le comentó su problema, el veterinario quedó sorprendido. “Es un caso muy extraño”, dijo. “Es el único escarabajo que sueña con ser hombre”.
(Cuaderno de microrrelatos II - 2011)


Tablas

   La reina negra sucumbió al alfil blanco; un caballo negro atropelló a la blanca. Los Reyes, ya viudos, firmaron la paz declarando tablas.
(Cuaderno de microrrelatos II - 2011)


Carta

   Paris. He recibido tu mensaje, pero lamentablemente no podré acceder a tu pedido. No es mi culpa si te dejaste seducir por una casquivana. Por cierto, es una mujer bella y sensual, aunque muy complicada. Debes saber que me has ahorrado muchos dolores de cabeza. No obstante, no es eso lo más importante; de hecho, esta guerra que estamos preparando nos dará la oportunidad de recuperar nuestro prestigio, por lo que desgraciadamente no puedo aceptar tus disculpas ni tu devolución. Debiste darte cuenta a tiempo, amigo.
   Menelao
   PD: No me preocupa haber sido engañado. Mis escribas, coordinados por el ciego que tú conoces, trabajan ya en un poema en el cual se afirma que tú eres el culpable de todo.
(Escritos diminutos - 2008)


Como me considero un buen psicólogo…

   En cuanto lo vi en el puente, con la mirada perdida y el rostro confuso, supe que necesitaba ayuda. Como me considero un buen psicólogo, decidí socorrerlo.
   Me acerqué, le ofrecí un cigarrillo y nos quedamos conversando largas horas, apoyados en la baranda.
   Ya casi amanecía cuando apreté el gatillo. Aguanté el cuerpo con el hombro y disparé por segunda vez, directamente a su cabeza. Luego, con un empujón, lo tiré al río.
   Me alejé con paso sereno y la satisfacción del deber cumplido. No hay nada que me ponga más contento que ayudar a los suicidas indecisos.
(Tío Elías y otros cuentos - 2006)


Cinturón de castidad

   Cuando partió a las cruzadas, Sir Arthur entregó al abad la llave del cinturón de castidad de Lady Laura.
   Su sorpresa fue mayúscula cuando, a pocas horas de dejar atrás su castillo, el abad, a galope furioso, alcanzó la columna de Sir Arthur para reclamarle que había dejado la llave equivocada.
(Cuaderno de microrrelatos - 2010)