domingo, 17 de enero de 2016

149. Minicuentos eróticos I






«La perla»

   Apareció sorprendentemente, causando un gran escándalo, en julio de 1879 en Londres, proclamándose a sí misma como la única revista erótica para todos los gustos.
   Floreció en el mercado Underground hasta diciembre de 1880.
   Los dieciocho números incluyeron, además de muchas anécdotas, cuentos, chistes y chascarrillos, seis novelas completas, en forma serializada, que pronto pasaron a formar parte de las obras maestras de la literatura erótica.




Sueño musical

   Os contaré un sueño extraño que tuve anteanoche. Creí que estaba sentada en un banco verde y un hombre sentado junto a mí; empezó a besarme y a hablar, pero nada más pasó. Bien; después de un rato se levantó y se marchó. Entonces, junto a mí, mientras seguía sentada, vi la polla más grande que imaginarse pueda. Por lo menos medía medio metro de larga y era tan gorda como mi pantorrilla; tenía cuatro cojones en vez de dos y disminuía de tamaño hacia el extremo. Me dije: Voy a cogerla y a sentirla. Eran carne y sangre cálidas, y me dije: ¿Por qué habrá dejado el hombre su polla tras de sí? ¡Qué lástima! ¡Y es tan hermosa! ¿Qué podrá hacer si no la tiene? Así que volví a decirme: Me pregunto si se correrá si la chupo. Así que empecé a chuparla, pero era tan grande y gorda que hizo que me doliera la boca. Luego me dije: No importa, me la restregaré en el coño, Por lo tanto me levanté y me la puse bajo la falda y la acaricié con mis muslos de forma tan estrecha que sentía cómo me llenaba. Cuando me iba a marchar me encontré con el hombre, que volvía; vino hacia mí y me dijo: «¿Ha visto mi trompeta?». «¿Su trompeta? Supongo que se referirá a su nabo», le respondí. Me dijo: «¡Oh, mujer descarada y mentirosa, es mi mejor trompeta!». «Bien —le dije yo—, si esto es una trompeta, entonces una trompeta es una polla y una polla una trompeta». Y se la enseñé para que la viese.
   Entonces me la arrancó de la mano y me dijo: «Ahora le enseñaré si es una trompeta o un carajo». Y empezó a soplarla hasta que me desperté, y me quedé sin polla y sin trompeta.


Pablo Picasso


Historia moral

   Un caballero, al que benditamente Dios le dio una esposa hermosísima y muy callada, se sentía muy desgraciado y desilusionado tras los resultados de sus esfuerzos para ser padre. Mas al volver a casa de la ciudad un día, cuando nadie le esperaba, cogió al vicario de la parroquia que en aquel momento le chupaba el coño a su cónyuge: «¡Ah! ¡Ah! —exclamó indignado—, ahora veo por qué nunca tendré descendencia; por la noche yo me corro y por la mañana vienes tú y, encima de darle por culo a mi mujer, me chupas todos los hijos».


Cuento árabe

   Mohammed Sadig, caballero que vive en Hiderabab, recibió una esclava que pertenecía a su hermano, que vivía en Kurnool, y quien pensaba pasar un año entero en Bengala, y le había pedido a Sadig que le cuidase de sus propiedades en ese tiempo.
   Su belleza excitó su pasión grandemente. Él le contó la historia a mi amigo, el capitán Keighley, y terminó así el relato:
   —El acostarme con ella hubiera sido un pecado, pues mi hermano no lo hubiera permitido; por consiguiente goberné mi amor por las sagradas reglas de la moderación y la virtud, y me contenté con sólo darle por culo.


Pablo Picasso


Cómo escoger el queso

   George Stokes, el quesero de Snowhill, invitó al Dr. Cullen una noche a cenar. A Cullen no le gustaban los quesos que estaban en la mesa y dijo:
   —No sabes cómo escoger el queso; permíteme que vaya a la bodega y escoja uno.
   Así lo hizo, y el queso que eligió era delicioso. Todo el mundo estuvo de acuerdo en su excelencia.
   —¿Cómo te las arreglaste para dar con él, pues además allá abajo no hay luz? —le preguntó Stokes.
   Y le contestó el doctor:
   —Te lo diré. Probé varios hasta que di con uno que hizo que se me pusiera dura la polla. Éste es, me dije, pues un queso excelente huele exactamente igual que el maduro y florido coño de una muchacha.


Noticia deportiva

   De la Gaceta de los Deportes, número del 6 de agosto de 1879.
   Nos agrada comunicar que Mr. F. Jacobs, aunque severamente dañado y pateado por la caída que sufrió mientras montaba a Mrs. Jones en Southport, en el Derby de la Consolación, se encuentra bastante recuperado, tanto como podrían desear sus mejores amigos, y ya se encuentra fuera de peligro.
   Pregunta del editor : ¿En realidad llegó a correrse Mr. Jacobs dentro de Mrs. Jones, o en la emoción, y dado sus años, fue la flojera de la picha la que le hizo caerse de grupa tan hermosa?