domingo, 28 de mayo de 2023

341. “Museo de la palabra”: finalistas I




Finalistas del IV premio internacional de microrrelatos “Museo de la palabra”
Fundación César Egido Serrano (2009)



Pendones
   Rosa María Alcalá Esqueda (México)

   ¡Qué extraños pendones adornan la ciudad! Desde mi ventana los contemplo, sin dilucidar su contenido. ¡Qué raro! Ayer no había. Hoy la ciudad luce desierta. ¿Qué día es? Estoy atolondrado, sin saber qué día es, ni a cuál santo encomendarme. Tengo modorra, quizá duerma otro rato. Prendo la TV, esa maña que tengo de salir «bien informado». Nada nuevo. Lo de todos los días. Estamos tan acostumbrados… Los cárteles mataron y colgaron a 35 hombres en Avenida Central, para que sepamos que van en serio. Bueno, ahora sé que no son pendones. Estando todo en orden, ¡a descansar!


Unicornios
   Marina Alonso Gómez (España)

   Los unicornios no existen, Tomás, le dijo la madre a su hijo. Tomás, apenado, regresó a su habitación. Lo siento, pero los unicornios no existís, le dijo al unicornio que vivía dentro de su armario. Y el unicornio desapareció.


Suerte
   Belén Álvarez Espada (España)

   Supo entonces que la casa no estaba vacía. Llevaba días encontrando cosas que él no había dejado: migas en el sofá, un CD que no había estado escuchando, pelos largos en la ducha… pero esto ya era una prueba irrefutable: en la cocina una mujer quitaba la ropa de la cuerda asomada a la ventana. Llevaba una bata rosa con pequeñas flores y zapatillas de lana, tenía el pelo recogido con una pinza. Él se quedó sin moverse, mirándole, entonces dijo:
   —¿Un huevo frito o dos?
   —Uno —contestó ella sin volverse.
   Sonrió, llevaba demasiado tiempo solo.


El crimen
   Jazmín Aragón (México)

   —¿Señas particulares?
   —Le falta el lóbulo de la oreja izquierda —dijo, mientras lanzaba el pedacito de carne sobre el escritorio.


Indumentaria
   Carlos Javier Camacho Castaño (El Salvador)

   Sacó una sábana del clóset de la ropa blanca y se lanzó desde el balcón a reunirse con todos sus fantasmas.


Culpable
   Rocío Tizón (España)

   Creo que fui yo quien desató sin querer la oleada de suicidios que sacudió mi edificio. Pero juro que fue una broma. Sólo metí en cada buzón una nota escrita a máquina en la que decía «Sé lo que has hecho».


Cabeza testaruda
   Rosa Carballo Venegas (Costa Rica)

   Hoy mamá va a probar con la pistola de silicona caliente. La cabeza sigue insistiendo en despagarse de la madera que cuelga de la pared. Desde que mamá se volvió vegana las disputas entre ella y papá aumentaron. Ella lo amenazó con tomar medidas radicales si no abandonaba la cacería, pero él salió al inicio de temporada como de costumbre, con botas y escopeta. Poco a poco nos hemos acostumbrado a tener a papá todo el día en casa, tomando el lugar que por años ocupó la cabeza del venado.